lunes, 19 de octubre de 2009

La magia de Marruecos

Nada más poner el pie en Tanger supe que Marruecos me iba a enamorar.
Tras una semana de olores, colores, calles laberínticas, sonrisas, paisajes espectaculares y muchos, muchos piropos que le suben el ego a cualquiera (o acaban con tu paciencia), era un hecho: volveré.
Lugareño en Chefchaoun

1 comentario:

eli dijo...

cierto, es un pais para disfrutar con todos los sentidos, cumpliendo a rajatabla lo que todos sus habitantes dicen: "prisa mata"