La magia de Marruecos
Nada más poner el pie en Tanger supe que Marruecos me iba a enamorar.
Tras una semana de olores, colores, calles laberínticas, sonrisas, paisajes espectaculares y muchos, muchos piropos que le suben el ego a cualquiera (o acaban con tu paciencia), era un hecho: volveré.
Lugareño en Chefchaoun
Catorce
Hace 5 años
1 comentario:
cierto, es un pais para disfrutar con todos los sentidos, cumpliendo a rajatabla lo que todos sus habitantes dicen: "prisa mata"
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